Manos Unidas es una invitación a soñar y construir juntos. Una oportunidad histórica para levantar un hogar espiritual que trascienda generaciones. Nuestro propósito: reunir $800,000 en donaciones, alcanzando una meta neta de $700,000 para asegurar el pago inicial de un edificio propio. No es solo un proyecto físico, sino una obra de fe que impactará vidas y fortalecerá nuestra comunidad.

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Desde tiempos bíblicos, el pueblo de Dios ha respondido con unidad. Cuando Nehemías convocó a reconstruir los muros de Jerusalén, cada familia se unió con ánimo, sabiendo que trabajaban para Dios: “Edificaron, pues, el muro... porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar.” — Nehemías 4:6. Así también, cuando Moisés pidió ofrendas para el Tabernáculo, el pueblo dio con tanto corazón que sobró: “Y vino todo hombre a quien su corazón estimuló... con ofrenda a Jehová.” — Éxodo 35:21

Manos Unidas sigue ese mismo espíritu. Imagina un lugar donde cada persona encuentre fe, dirección y propósito; donde niños, jóvenes y familias crezcan bajo la presencia de Dios. Cada donación —grande o pequeña— se convierte en una piedra viva de esta casa. Como la viuda que dio dos monedas, Dios mira el corazón más que la cantidad: “Esta viuda pobre echó más que todos.” — Marcos 12:43

Este proyecto es un acto de fe colectiva. Como el rey David, que inspiró a su pueblo a dar con alegría para el templo: “El pueblo se gozó por haber contribuido voluntariamente.” — 1 Crónicas 29:9

Manos Unidas invita a todos, miembros, familias, amigos y empresas, a participar. No necesitas asistir a nuestra iglesia para ser parte; solo creer en el poder de la unidad y la generosidad. Cada aporte ayuda a edificar un legado de fe y esperanza, como la iglesia primitiva que compartía todo en común (Hechos 2:44). Juntos construiremos un lugar donde Dios siga transformando vidas. Cada donación, cada oración, cada acto de amor abre la puerta a un futuro donde la iglesia sea un faro de fe, servicio y esperanza para todos.

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Unidos por la fe, construimos el hogar donde la esperanza vive.